En las clases anteriores estudiamos al Universo y al Sistema Solar como hoy lo explican desde las teorías actuales con la ayuda de todo un recorrido histórico de observaciones, con diversos instrumentales y hasta viajes espaciales. Pero históricamente no siempre fue así como lo describían.
Hace muchos años, los hombres sólo podían observar con sus ojos el cielo e interpretaron lo observado y con todos los datos obtenidos describieron el Universo. El modelo que usaron era el geocéntrico, este fue válido por muchos siglos.
Hasta que aparecieron diversos instrumentos como por ejemplo, anteojo astronómico, telescopio, estos les permitieron analizar otros datos. Además, se debe sumar el avance de otras ciencias que ayudaron a la astronomía, entre ellas las matemáticas. Esto posibilitó que fueran variando la forma de describirlo al Universo, y se comenzó a usar para ello al modelo heliocéntrico.
Hasta que aparecieron diversos instrumentos como por ejemplo, anteojo astronómico, telescopio, estos les permitieron analizar otros datos. Además, se debe sumar el avance de otras ciencias que ayudaron a la astronomía, entre ellas las matemáticas. Esto posibilitó que fueran variando la forma de describirlo al Universo, y se comenzó a usar para ello al modelo heliocéntrico.
Este cambio no fue rápido, porque en esos años debieron defender los científicos sus ideas y no les fue nada fácil, algunos hasta murieron por ello. Pero eso es una parte de la historia que en otra oportunidad la trataremos. Hoy sólo nos dedicaremos a los modelos del Universo.
Sistemas geocéntrico y heliocéntrico
A lo largo de la historia de la humanidad, han existido diversas ideas sobre la forma de la Tierra y su ubicación en el espacio.
Modelos geocéntricos: Aristóteles y Ptolomeo
Aristóteles concibió el universo como un ensamblaje de esferas. Fue uno de los primeros en sostener que la forma de nuestro planeta, en realidad, era esférica. En su modelo, que tomaba ideas del modelo de Pitágoras, colocó a la Tierra como el centro del Universo, mientras que el Sol y las estrellas, los demás planetas y la Luna están en esferas, en cuyos centros se ubica la Tierra. El Universo culmina en la última esfera, la de las estrellas.
Las esferas de este modelo están compuestas de un material cristalino y perfecto. Sin embargo, hubo algo que Aristóteles no logró justificar. Si se observa el movimiento de los planetas en la noche, se los ve moverse en un sentido; luego parecen detenerse, retroceden, vuelven a detenerse y retoman la dirección original. El modelo de Aristóteles no podía explicar esto.
Claudio Ptolomeo propuso que cada planeta se mueve en un círculo (epiciclo) y en su centro se mueve otro círculo (deferente), en cuyo centro se encuentra la Tierra. Estos modelos, que consideran a la Tierra el centro del universo, son modelos geocéntricos.
El sistema de Ptolomeo permitió explicar la sucesión de los días y las noches y los movimientos aparentes de la mayoría de las estrellas.
En este modelo geocéntrico antiguo, la Tierra aparece en el centro. Los anillos circulares representan las órbitas de los planetas |
Sistemas heliocéntricos: Copérnico y Kepler
El primer modelo heliocéntrico, esto es, con el Sol y no con la Tierra en el centro, fue propuesto por Nicolás Copérnico en 1573. Consideraba a la Tierra como un planeta más girando en una órbita circular alrededor del Sol.
Este modelo explica que el día equivale a una rotación de la Tierra sobre sí misma, y no al movimiento del Sol. A su vez, postula que un año es una vuelta completa del planeta en torno al Sol.
Si bien Copérnico se había propuesto idear un modelo que sirviera para calcular y predecir los movimientos de los planetas, no consiguió algo mucho más preciso de lo que ya había propuesto Ptolomeo.
Unos 60 años después, Johannes Kepler modificó este modelo y enunció las tres leyes del movimiento de los planetas:
- Primera ley. Los planetas se mueven en órbitas planas. Estas órbitas no son círculos perfectos, sino que tienen forma elíptica, es decir, ovalada. El Sol está en uno de los focos de estas elipses.
- Segunda ley. En tiempos iguales, un planeta barre áreas idénticas de superficie de su órbita. Entonces, en las zonas de su órbita más cercanas al Sol, un planeta se mueve más rápidamente que en aquellas zonas más alejadas de este astro.
Material obtenido del libro Ciencias Naturales-Serie Savia- SM, Capítulo 6, El Sistema Solar, pp 124-125 .
Actividades
- Describe cada modelo, indica cuándo y quién lo propuso
- COPIA el esquema de cada uno de los modelos en la carpeta
- ¿Qué aprendiste hoy?
- ¿Qué datos te llamaron la atención?
- ¿Qué no entendiste y necesitas que te ayude?
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