La huella de carbono


Los gases de efecto invernadero

Los gases atmosféricos permiten el paso de la radiación solar hacia la Tierra; esta se calienta y emite radiación de onda larga (infrarroja) hacia el espacio, en el término de un año la cantidad de energía que entró y salió al sistema terrestre es la misma. Pero muchos de estos gases no dejan pasar este tipo de radiación salientes sino que la absorben o la reflejan hacia la superficie terrestre, generando el efecto invernadero. Este fenómeno natural, posibilita que la temperatura se mantenga estable en la troposfera, la capa inferior de la atmósfera terrestre, en promedio en 15°C por la retención de calor por parte de los gases de efecto invernadero (GEI). Además, la emisión muchos de estos de gases a la atmósfera como producto de las actividades humanas provocan que se intensifique el efecto invernadero. Aunque hace años se conocen estos gases, su emisión a la atmósfera sigue creciendo por las acciones humanas, generando un aumento de la temperatura promedio de la Tierra, lo que trae aparejado, lluvias y sequías en zonas en que anteriormente no sucedía, el derretimiento de los hielos de glaciares, entre otras modificaciones del ambiente terrestre. Estos componentes atmosféricos son: dióxido de carbono, metano, óxido nitroso, ozono, hidrofluorocarbonos, perfluorocarbonos, hexafluoruro de azufre. 




“Observaciones efectuadas en todos los continentes y en la mayoría de los océanos evidencian que numerosos sistemas naturales están siendo afectados por cambios del clima regional, particularmente por un aumento de la temperatura” (IPCC, 2007, p.2). 

Asimismo, se registraron variaciones en regiones casi sin presencia humana y esto evidencia cómo llega el hombre con sus acciones a lugares que poco o nunca pisó. Por ejemplo, se registró en estudios recientes un incremento de 3,4 ºC de la temperatura media anual del aire, teniendo en cuenta los datos obtenidos en los inviernos de los últimos 50 años en el sector occidental de la Península Antártica , se puede considerar, por lo tanto, que “la Antártida es uno de los lugares del mundo donde aumenta la temperatura con mayor rapidez”

El Cambio Climático Global (CCG) puede modificar a las poblaciones de diversas especies, los organismos pueden disminuir su capacidad reproductiva o incluso morir. Se puede citar que, en los últimos años en la Antártida, una de las regiones de este planeta con menor cantidad de emisión de GEI, se evidenció una disminución de nevadas en la Península Antártica, y hubieron temperaturas positivas extremas, como las registradas en la Base Esperanza -63º24'S 56º59'W- en el verano del 2015, que llegó a los 17,5°C según informó el Servicio Meteorológico Nacional en su web oficial (SMN, 2018). Esto estuvo asociado a una disminución de la cantidad de hielo marino, lo que afectó al equilibrio del ecosistema, generando, entre otras cosas, un menor éxito reproductivo en los pingüinos Adelia que anidan en esa zona. Es importante considerar  la importancia del hielo en el ecosistema antártico, al ser el sustrato donde crece un alga, si disminuye el hielo marino es menor la superficie donde se desarrolla el alga, además, dicha población es el primer eslabón de la cadena trófica: alga - krill - pingüino Adelia.


Un dato a tener en cuenta, para comprender mejor la relación del hielo con la biodiversidad antártica: el Krill es el alimento de diversos animales y tiene la particularidad de reproducirse debajo del pack de hielo. Los ecólogos que analizan los efectos del deterioro ambiental a varias escalas espaciales, reconocen dos escalas que afectan la vida de los seres vivos: la escala global, y la escala local. Pero a la vez, es necesario visibilizar las causas, reflexionar sobre las mismas y generar acciones de mitigación. ¿Cómo lograr la concientización de la ciudadanía? ¿Cómo y por qué enseñar en la escuela este problema ambiental? Si se logra visibilizar las propias fuentes de emisiones de CO2, se podrá pensar en qué cambios hacer en las acciones cotidianas para disminuir la propia Huella de Carbono (HC). 




El ciclo del Carbono 




¿Qué es la huella de carbono?


Hace unas décadas las calorías se convirtieron en nuestro peor enemigo y la obsesión sobre este tema obligó a la industria alimentaria a detallar en sus envases el valor nutricional de los productos. El dato más valorado de la tabla publicada era el que marcaba las kilocalorías.

Recientemente, el afán por medir lo que ingerimos ha encontrado un análogo igualmente inquietante en la salud del planeta. El dióxido de carbono (CO2), se ha convertido en el nuevo enemigo público. Es necesario recordar que el CO2 es, como las calorías, necesario para nuestra supervivencia. No habría fotosíntesis sin este gas, y por lo tanto no existiría la vida como hoy la conocemos.

Asimismo, un dato importante a tener en cuenta es que el exceso de CO2 altera el clima al potenciar el efecto invernadero natural de la atmósfera. Desde que se confirmó la relación entre las altas emisiones de carbono y el calentamiento del planeta hace unas décadas, los distintos gobiernos -unos más que otros- han ido tomando, sobre todo en los últimos años, medidas para intentar frenar el cambio climático. Entre las acciones realizadas es firmar el Protocolo de Kyoto,

Desde ese acuerdo internacional, en 1998, algo ha vuelto a cambiar en los últimos años. Las grandes políticas internacionales están dejando paso a las pequeñas acciones locales e individuales. Ya no se trata de esperar pasivamente a que las industrias reduzcan sus emisiones.


El nuevo concepto de huella de carbono:

Indica que los consumidores emiten tanto o más que los fabricantes al hacer uso de los productos manufacturados.

Se refiere a la cantidad de emisiones que recae sobre un individuo al consumir un producto o servicio, incluyendo las emisiones indirectas vinculadas a su fabricación, a la comercialización, transporte y procesamiento de productos o servicios.

Demuestra que casi todas nuestras actividades, incluso comer, dejan su huella...

Es la medida del impacto que provocan las actividades del hombre sobre el ambiente, determinada según la cantidad de gases de efecto invernadero producida, la cual se mide en unidades de dióxido de carbono. Hace poco se desarrolló "el calculador de huella de carbono" y se lo considera como una herramienta cuyo objetivo consiste en estimar las emisiones de CO2 producidas por el uso de energía, el transporte y otras actividades humanas. Además, nos muestra como muchas las actividades cotidianas generan emisiones de carbono que contribuyen a acelerar el calentamiento global y el cambio climático.


Actividad

Te propongo averiguar tu huella con la CALCULADORA DE LA HUELLA DEL CARBONO y después hacer una lista de los posibles cambios a realizar para que esa huella sea menor


Fuente consultada

Mi cuidad y la Antártida llegan a la escuela,  

https://cienciasnaturalesybiologia2013.blogspot.com/2015/06/la-huella-del-carbono.html 

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