Sres. Directivos, docentes, alumnos.
Hoy nos reunimos en este acto para recordar a dos figuras importantes del proceso de nuestra independencia: Manuel Belgrano y Martín Miguel de Güemes quienes junto a San Martín y muchos otros se comprometieron a lograr crear una patria independiente del yugo español que nos sometía a ser sólo su colonia sin poder elegir nuestro destino.
Miguel de Güemes salteño, de una familia de buenos recursos económicos, el llamado "general gaucho", al mando de los “infernales”, tropa conformada por gauchos y paisanos, de más de 6.000 hombres con sus uniformes rojos participó en la gesta libertadora resistiendo la ofensiva realista en el norte argentino. Su resistencia fue un elemento clave en las luchas por la independencia que coordinó junto a Belgrano y San Martín
Tenía 36 años cuando murió. Había sido herido por una bala, defendiendo como tantas otras veces su Salta natal. Siguió peleando atado al pescuezo de su caballo para no mostrarle al enemigo la gravedad del suceso y, desde esa posición estoica, continuar infundiendo en sus gauchos el arma invencible que caracterizó la gesta norteña: el coraje. Murió diez días después, un 17 de junio de 1821. Había llegado herido a su campamento de Chamical con la intención de preparar la novena defensa de Salta.
Manuel Belgrano, recordado como creador de la bandera, uno de nuestros símbolos identitarios, relegó una vida acomodada por los campos de batalla, nació rico, murió pobre, solo y honesto. Este hombre de leyes se hizo militar para defender la revolución naciente. Con poco y nada, Belgrano sostuvo a su ejército; en coincidencia con Güemes, del cual llegó a ser muy amigo, priorizaba al gauchaje, entendiendo que eran ellos los protagonistas de la liberación. La epopeya que fue el éxodo jujeño refleja la capacidad que tuvo para crear conciencia entre los sectores populares.
Fue el único militar que reconoció y honró a las mujeres que lucharon a su lado. Se calcula que participaron de su ejército alrededor de ciento veinte. Belgrano nombró Capitanas a tres: Juana Azurduy, María Remedios del Valle y Martina Silva de Gurruchaga. Propuso además la posibilidad de un Monarca Inca como una estrategia para evitar el regreso de monarquías absolutistas, lograr la liberación de todo el continente y la unificación del territorio. Coincidía con San Martín y Güemes en este punto, porque la idea de la “Patria Grande” no era un delirio, sino un proyecto político concreto.
La lucha por la libertad nunca termina, perder la independencia es un riesgo de nuestro presente cuando no respetamos nuestras leyes y tradiciones o no valoramos la importancia del estudio y la formación de los ciudadanos para el trabajo, la tecnología y la ciencia.
Es nuestro deber volver a tomar el compromiso de quienes nos precedieron y cumplir con nuestras obligaciones para que se respeten nuestros derechos. Es nuestro deber tomar juntos nuestra Bandera Nacional y como pueblo unido en la defensa de nuestra Nación prepararnos en el presente para que nuestros hijos hereden un país libre y honremos de esa manera a estos patriotas que dejaron su vida para que nosotros pudiéramos ser libres.
Muchas gracias.
PROFESORAS MARÍA ALICIA ANDECHAGA Y GABRIELA PETTI
No hay comentarios.:
Publicar un comentario