¿Cómo se guío la mariposa?

Los vientos y las corrientes olorosas


Al llevar a cabo los anteriores experimentos analizados en la publicación La enigmática búsqueda de la Lagarta Peluda se pudo observar que los machos sólo pueden encontrar a la hembra aquellos machos a los que el viento procedente de la hembra les da “de cara” .


Primero, los machos abandonan su lugar de reposo levantando el vuelo y revolotean, aparentemente sin dirección fija y sin orientarse hacia un objetivo determinado. Sin embargo, algunos segundos después se vuelven en sentido contrario al viento y vuelan con éste de frente. Siguen volando siempre contra el viento y así se acercan, metro a metro, a la fuente del olor, la hembra. Entonces, su vuelo, que había transcurrido en línea caso totalmente recta, empieza a dibujar ondas en el aire. Trazando nítidamente curvas a la derecha y a la izquierda llega hasta la hembra y se aparea con ella.
 
Vuelo de búsqueda de la Lagarta Peluda Macho:
I- Vuelo de búsqueda sin dirección
II- Vuelo orientado contra el viento
III- Vuelo orientado sigue las corrientes de concentraciones olorosas

Muchos científicos se han preguntado cómo funciona, cómo trabajó el sentido olfativo de la mariposa nocturna a tales distancias. Aunque hay algunas explicaciones convincentes de esta asombrosa hazaña orientativa, aún no disponemos de pruebas definitivas. Quizás sea correcto afirmar que el vuelo de búsqueda se divide en tres fases:

Primera Fase:
Algunas moléculas olorosas aisladas, provenientes de la hembra y dispersadas por el viento, caen sobre las antenas del macho y provocan en él una intranquilidad y un deseo de volar.

Segunda Fase
El macho se orienta según el viento y vuela contra él sin desviarse. Para ello necesita un instrumento que le indique la dirección del viento; esta función parece ser asumida por un órgano sensorial descubierto en las articulaciones de las antenas. (recomiendo volver a leer Tipos de receptores - Algunos ejemplos en animales)

Cuando el viento transporta las partículas olorosas de la hembra, al volar el macho en sentido opuesto se acerca cada vez más a ella. Y cuanto más cerca esté de la causa del olor, con tanta más frecuencia excitarán su órgano olfativo las partículas de la hembra.

Tercer Fase:
Al llegar a un número determinado, aunque todavía desconocido, de moléculas olorosas que chocan contra las antenas del macho o, dicho de otra forma, cuando se alcanza una cierta concentración de olor, es el órgano olfativo el que asume las funciones guía. En esta fase el macho se orienta por las corrientes de intensidad olorosa. Si hay más moléculas que choquen con la antena izquierda que con la derecha, el macho gira a la izquierda y dibuja una curva en esa dirección hasta que la concentración de partículas es mayor en la antena derecha. Cuando esto sucede, tuercen hacia la derecha. Según, pues, el número de moléculas que chocan con él vuela hacia la derecha o hacia la izquierda describiendo movimientos pendular, en el transcurso del cual se va acercando progresivamente hasta alcanzar el punto de mayor intensidad olorosa, la hembra


Fuente consultada

Weismann (1994), Los rituales amorosos. comunicación de los animales, Un aspecto fundamental en la Salvat, Barcelona, pp 24

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